Son
dos candiles tus ojos
iluminando
el camino,
que
paso a paso nos lleva
a
compartir un destino.
Tanto
me dicen tus ojos
mi
vida, que no concibo,
no
recordar tu mirada
aunque
yo no esté contigo.
Cuando
vuelvo del camino
y
tu sonriente me miras,
la
dulce luz de tus ojos
es
una aurora encendida.
Es
tu amor como un remanso
y
al regresar a tus brazos,
encuentro
paz en tus ojos
y
así tranquilo descanso.
Por
la huella, la huella,
andando
vamos,
de
las manos tomados
enamorados.
Por
la huella , la huella,
te
doy mi vida,
para
que hagas con ella,
lo
que vos digas.
Nunca
lo olvides, mi vida,
tus
ojos son mis luceros